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Revista Repique

Repique Extra #1

Vida sobre la muerte[1]

Thomas Svolos [2]

Freud, en uno de sus últimos ensayos, “ El malestar en la cultura”, ofrece un modelo metapsicológico acerca de a qué llamamos “Pulsión” los lacanianos, mal traducido al inglés como instinto. El avanzó a formular una hipótesis de un conflicto entre Eros quien propulsó el ser humano a la vida y Thanatos quien empujó al ser humano a la muerte y a la destrucción. Esta pareja, esta tensión fue desplegada por Freud para leer varios fenómenos psicológicos y sociales. Por un lado, encontramos la pareja recién mencionada, en las lecturas de Jacques Alain Miller, registradas algunos años atrás en Brasil, publicadas en francés como “L'Os d'une Cure”. Uno de los puntos que destaco de este texto es la descripción de Miller del punto del final del Psicoanálisis y en particular la importancia del precoz trabajo de Lacan acerca de la aceptación de la muerte en la experiencia psicoanalítica. El analizando, el paciente, en psicoanálisis debe aceptar su propia muerte como un límite. Luego en el trabajo de Lacan, Miller enfatiza, la asunción de la sexualidad, como clave para el tratamiento psicoanalítico. Cada analizante asume vivir su vida como un ser sexuado. Es notorio cómo en ambos momentos , el problema en juego resulta extraño; : no hay conocimiento de la muerte como una experiencia, con excepción de algunas experiencias cercanas a la muerte que producen un efecto de fascinación. La sexualidad tiene una inefable y anárquica cualidad, la que Freud llama, una inherente perversión polimorfa. A pesar de todas las convenciones que nuestra sociedad construyó acerca de ello.

Vemos esta tensión, la pareja de la vida y la muerte, en juego en una respuesta subjetiva. a la pandemia del Covid- 19. Obviamente el problema de la muerte, hoy está en primer plano. Claramente este agente infeccioso es un agente de muerte y ha matado un gran número de personas y va a meter más antes de que se acabe. Los valientes médicos, enfermeras y demás personas de la salud, afrontan esto diariamente en hospitales y clínicas incluso con limitados recursos de protección. Eso no solo lo fuerza a poner sus vidas en peligro, sino que los pone en situaciones donde tendrán que tomar decisiones de vida o muerte, respecto al acceso a la salud. Incluso todas las personas y todas las instituciones sociales van a tomar decisiones acerca de cómo responder a esta amenaza de muerte- elecciones acerca de cómo asumir (o no) la responsabilidad de dirigir a este representante; elecciones acerca de seguir o ignorar las recomendaciones de la salud pública y demás. En nuestra práctica y en conversaciones con amigos y colegas, estos son o serán problemas con los que la gente está lidiando.

Además de este conflicto con la muerte, como psicoanalistas, también podemos, observar fácilmente conflictos subjetivos con Eros, no sólo en relación a una adecuación sexual, sino también a una elección de cómo vivir: continuar viviendo el día a día con todos los impactos que tiene esta pandemia en la vida diaria, impactos que oscilan desde el menor inconveniente hasta la implementación en muchos estados y países del “quedate en casa”.

Las personas tienen grandes dificultades acerca de cómo conectarse con familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.

La conmovedora fantasía de cómo vivimos en el mundo en que vivimos y la interrupción de rutinas y rituales en nuestra vida diaria ha desestabilizado relaciones y la habilidad de las personas para disfrutar la vida.

Estas son las preocupaciones que escucho igualmente fuertes al menos en mi rincón del mundo y lo que leo en los diarios.

Las pérdidas no solo de muertes sino de vida, son reales y aquí estoy refiriéndome a la disrupción de la vida diaria como rutinas de trabajo, socialización, actividades culturales, gastronómicas, estudio y nuestros rituales de celebración y duelo.

Lo que estamos perdiendo no es la vida sino la capacidad de arreglárnosla con ella, las fantasías nos posibilitan tener acceso a ello, los semblantes que utilizamos para estructurar el día a día, nos permite encontrar disfrute en ella. Esa es la clave que hay que recordar para que el manejo de la vida sea posible, a éste lo encontramos en lugares inesperados.

Los ciudadanos de centros urbanos como Milán, están en sus balcones con todo su vecindario, cantando canciones. Ciudadanos de Barcelona llevan sus instrumentos musicales al balcón y proveen un emotivo concierto a sus vecinos.

Colegas científicos, extrañan importantes discusiones sociales, debido a la cancelación de encuentros científicos y se sientan en sus oficinas frente a sus computadoras y mantienen durante horas, conversaciones virtuales con otros.

Programas educacionales encuentran formas de enseñar a los estudiantes en casa usando tecnología en línea para mantener la misión académica viva.

Las Iglesias proveen ceremonias religiosas virtuales. La historia y ejemplos que uno escucha o lee en internet nos dan testimonio de la fortaleza de Eros para mantener a las personas unidas, y para mantener viva a la vida incluso en la cara de la muerte.

La crisis y las respuestas que escuchamos en nuestra práctica clínica y en lo social también destacan el valor crítico del trabajo final de Lacan, el establecimiento del orden simbólico que definió gran parte de Lacan (y su lectura de Freud también), se fue o es develado como un semblante.

Traducción: Florencia Fernández

NOTAS

  1. Texto publicado en la Lacanian Review Online
  2. Psicoanalista, miembro de la NLS (AMP)