Algunas Conclusiones sobre la Paranoia de autopunición en la mujer y el delirio a dúo, a partir del caso de las Hermanas Papin

La idea de este escrito es intentar determinar cómo se estructura la psicosis paranoica ,tomando como eje el caso de las Hermanas Papin, para recorrer algunos puntos de entrecruzamiento con la tesis de Lacan, el caso Aimée.

Me interesa particularmente el sesgo de la Paranoia de Autopunición de la mano del Delirio a Dúo. El modo en que cobra forma la Paranoia en la mujer y sus particularidades. Al menos poder desplegar que en estos casos existen puntos de contacto que ponen a la luz la relación a un Otro ideal y a un Otro malo.

Para comenzar diremos que hay algo que insiste , en ambos casos de paranoia femenina, y es su sistemática vinculación a una otra mujer ,presente o no, pero influyente en la vida psíquica . Tal es el caso de Aimée, como ya lo trabajara Jaques Lacan pero también, podemos rastrearlo en las Hermanas de Le Mans.

El punto que resulta más enigmático es qué es lo que irrumpe, lo que conmueve y desestabiliza a estas dos hermanas. Y si es que efectivamente esto es algo que sucede entre-ellas-dos.

Respecto a nuestra orientación, sin duda considero clave la lectura de este caso teniendo en cuenta que Lacan se sirve de él por un lado para terminar su tesis sobre el caso Aimée y por otro, serán ambos casos los impulsores en la teorización de cómo se estructura el yo de un modo paranoico.

Lo que en Aimée fracasa, en las Hermanas Papin se efectiviza, no por ello dejando de ser en ambos un pasaje al acto logrado según desarrollaremos en este recorrido.

Considero pertinente hacer una síntesis del caso para poder situarnos mejor:

Lea y Christine Papin, de 21 y 28 años respectivamente, ambas trabajaban como criadas en la casa de la Flia Lancelin desde hacía mucho tiempo, sobretodo Christine, quien había llegado primero y quien solicita un par de meses después que se tome a su hermana menor como criada para ayudar en las tareas sin cobrar remuneración alguna.

El acto

Aquel día, ellas estaban trabajando como siempre, cuando se produce un corte de luz, por una aparente torpeza de las muchachas, no pudiendo culminar con sus tareas domésticas de planchado. Cuando la Sra. Lancelin y su hija,se presentan en el hogar y las criadas explican lo sucedido, Madame Lancelin las culpabiliza, las toma del brazo y es allí cuando pone su mano encima,que ambas se desatan en una furia encarnizada, donde se arrancan sus ojos, se despedazan sus cuerpos, intercambiándose cuchillos entre las hermanas para perfeccionar dicha acción. La escena culmina con ambas acostadas desnudas en la cama que compartían y abrazadas.

Este caso por demás apasionante y enigmático dejó muchos interrogantes, en especial, cuál fue el móvil de semejante asesinato.

Haremos el intento de aproximación a algunas posibles causas. Para ello será necesario recorrer también la cronología de algunos acontecimientos que marcaron la vida de las hermanas.

Emilia, la mayor, es la única hija criada por sus padres. Christine va a vivir a la casa de una tía paterna, Isabelle, quien la cría por 7 años. Esta tía trabaja como criada desde su adolescencia y según las descripciones, es la contracara de Clemence.

Lea es criada por una tía materna y luego internada en un orfanato hasta los 13 años.

En este año ambas hermanas mayores son enviadas al orfanato Bon Pasteur, donde se ven por primera vez.

Emilia deviene hermana del Convento. Christine lo intenta pero fracasa por la oposición de su madre y hermana. Allí es empleada por primera vez como criada en un hogar. Ingresa a trabajar con Madame Lancelin pasando ocupar ésta, la figura de ideal , habilitando que Lea se mude a vivir y trabajar como criada junto a Christine. La llamará “mamá”.

Al tiempo,las hermanas Papin, quienes tenían un encuentro semanal con su madre, resuelven suspender las visitas, quedándose encerradas, ambas y solas en su cuarto los días no laborables.

Christine inicia trámites de emancipación de su hermana, respecto de su madre. Surgen allí ideas de persecución, de las que ambas hermanas dicen ser víctimas.

Es en este tiempo,en 1933 cuando se produce el Pasaje al acto.

Las hermanas son enjuiciadas y condenadas en una primera instancia, por ser consideradas responsables de su acto (una en mayor y otra en menor grado), pero más allá del dictamen judicial, lo que aquí nos convoca es intentar descifrar la lógica crimen.

Freud en su “Conferencia Sobre la sexualidad femenina”, señala que “la excesiva dependencia materna, puede ser el germen de la ulterior paranoia en la mujer”, yo me permito agregar, una excesiva dependencia, como resultado de la ausencia: la madre cede a sus hijas, o bien a los otros institucionales o bien ubicando a éstas como objeto de goce de un padre perverso.

Respecto a la tendencia homosexual, si leemos a Freud con la influencia de Abraham encontraremos la referencia a que el complejo fraterno establece un punto de fijación narcisista así como el empuje de la pulsión homosexual.

Lacan, dirá con el caso Aimée que de lo que se trata es de una auténtica erotomanía homosexual: en la serie son todas mujeres , las ideales y persecutorias.

Otro punto clave de la Paranoia es la idea que Freud introduce a partir del caso Schreber, del delirio como tentativa de curación. En “Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de Paranoia”, Freud afirma: “ eso que nosotros tomamos como una producción mórbida, la formación del delirio, es en realidad una tentativa de curación, una reconstrucción”

Lacan definirá la Paranoia, en 1933 como “un delirio intelectual, que varía sus temas desde ideas de grandeza a ideas de persecución. Presenta reacciones agresivas que llevan frecuentemente al asesinato y tiene una evolución crónica”

Tiempo después, alejará a la Paranoia de su estructura patológica para definir y conceptualizar la constitución del sujeto , partiendo de la idea de que nuestro yo tiene una estructura paranoica:

De la mano del “El estadio espejo como formador del yo”, descubrimos que el sujeto o cachorro humano, se aliena en esa imagen de la cual obtiene un efecto de unificación que produce un goce, la sensación de júbilo o fascinación tal como lo describiera el mito de Narciso y luego como consecuencia inmediata su fragmentación, no soy eso que creía ser… A partir de allì, se produce un quiebre y desde “ La agresividad en psicoanálisis”y “ Los Complejos familiares”, constatamos cómo el Otro es vivido como intrusivo, peligroso, existiendo una tensión imaginaria entre el yo y el semejante siendo la palabra la salvación, la alianza pacificadora.

En el desarrollo del caso,surgen algunos elementos claves, uno de ellos es una frase de la declaración de la hermana mayor Christine : “No admito ese gesto”. Aquí se impone el objeto mirada y esta figura amada e idealizada rápidamente se torna persecutoria.

Podemos hipotetizar que Madame Lancelin ocupaba el lugar de Otro Ideal, como antítesis de su madre y a partir de una acción (gesto, mirada) se ubicarà en el extremo opuesto, ocupando a partir de ahora la posición de Otro Malo, tornándose perseguidora, hostil, violenta, tal como su madre. Un tercero intrusivo “en este mundo de a dos”.

Si definimos al Pasaje al Acto como un salir de la escena, como un acto por fuera del Otro, como dirà J. Lacan en el Seminario X: “esa partida errática hacia el mundo puro, donde el sujeto busca algo expulsado rechazado por doquier …” entonces sin duda, el acto de verifica como tal.

Ahora bien:¿Se podría definir a ésta como una Paranoia de autocastigo tal como Lacan concluye con Aimeé? Por qué, en este caso, infringir un daño al otro, las dañarìa a ellas mismas? Lo que resulta evidente es que el rasgo incluido en el Pasaje al acto concierne a su goce.

Haremos una aproximación a la definición de autopunición ,Lacan lo sintetiza como un mecanismo perteneciente al Superyó y dirigido contra el sujeto: un crimen por necesidad de castigo y severidad superyoica, siguiendo a Giraud quien define los crímenes del yo y los crímenes del ello, dirá que estamos frente a los crímenes del superyó por su intencionalidad punitiva.

¿Será éste, el primer caso de paranoia de autopunición definida como tal por Jacques Lacan?, pues sabemos que participará en la construcción de su tesis doctoral en 1933, y que sin dudas se servirá de este caso para desarrollar este concepto.

La idea central de la cuestión es que “golpeando al Otro me golpeo” y esta realización de deseo produce un efecto de liberación. Es lo que ocurre con Aimeé aunque no inmediatamente, pero nos interesa preguntarnos si efectivamente ocurre con las Hermanas Papin.

Podemos decir que Christine agrede a su ideal exteriorizado Mme Lancelin, (la madre que no tuvo pero hubiera querido) y al hacerlo se agrede a sí misma: al matar a sus patronas, se matan a sí mismas como si fueran su imagen en el espejo.

Podríamos pensar entonces a la Paranoia de autocastigo, también al modo freudiano, como un intento de curación y al modo lacaniano de localización y pacificación del goce.

Por último nos preguntamos si es ésta una “Folie a deux”.

El Dr Logre, psiquiatra reconocido de aquella época y quien se ubica en el Tribunal como defensor, lo denomina “pareja psicológica”. De hecho Christine dirá luego de ser encarcelada : “Yo debo haber sido el marido de mi hermana en otra vida”.

Según los testimonios, las declaraciones de ambas eran réplicas. Lacan las llamará, en 1931 junto a Claude y Migault: Psicosis correlativas o locuras simultáneas. Entiende que existe un paralelismo criminal entre ambas, “el mal de ser dos”, dirá también Lacan. Por otro lado, episodios de aislamiento, de encierro, de colecho verifican que ambas gozan en ese mundo paralelo creado por sí mismas donde solo ellas tienen lugar: juntas -se- bastan.

Un punto por demás interesante es el efecto de separación- a posteriori de encontrarlas culpables en aquella primer instancia- que se produce en ambas. Efecto ya no de réplica, pues a partir de esta intervención, algo se desmorona.

En Lea, un efecto de enmudecimiento. En Christine, un desencadenamiento de episodios e ideas delirantes que culmina con su muerte.

Algunos interrogantes

Desde aquí, nos preguntamos ¿Se podría cuestionar la idea de que sea en Christine, una Paranoia autopunitiva, ya que lo que se produce es un efecto de acrecentamiento de los síntomas. Mientras que en Lea, efectivamente podríamos confirmar tal hipótesis, por los efectos que en ella se verifican?

Ahora bien: cómo diferenciar, en esta Paranoia de autocastigo y “ locura de a dos”, cuáles efectos corresponden al Pasaje al Acto, al crimen logrado y cuáles corresponden a la separación, al desgarramiento que les impone la justicia.

Podríamos atrevernos a afirmar que el Pasaje al acto trae un efecto de apaciguamiento, atendiendo a la reacción inmediata de Christine, quien escucha la sentencias de rodillas pero es en la ruptura de aquella alianza inquebrantable, en el corte que separa a las almas siamesas donde se podría situar todo lo que sigue. Nos cuenta Lacan que en ella ocurren “crisis de agitación violenta, alucinaciones terroríficas con su hermana, episodios de melancolía “. Síntomas que harán cambiar la sentencia, quitándole la responsabilidad de su acto.

En Lea, todo se torna más difuso y enigmático:, los efectos no varían, se mantiene en silencio. Cumple algunos años de trabajo forzoso y luego volverá a trabajar nuevamente como criada sin que se haya constatado ninguna desestabilización.

¿Sería pertinente retomar la idea tradicional de que en los “delirios de a dos” existe una sugestión ejercida por sujeto activo sobre un sujeto pasivo? De lo que no tenemos dudas, es de que una “Folie a deux”, funciona mientras ambas partes estén juntas, por lo tanto, no hay modo de calcular los efectos que acarrea la separación en aquellos sujetos que la protagonizan.

Se constata un viraje: de la identidad o duplicidad a que devengan opuestos: Hay estabilización , por un lado y desencadenamiento por otro. Concluyendo que mientras a una de ellas, la separación la salva de la locura y la muerte a la otra en su revés, la condena a ello.