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Revista Repique

Repique #3

La fibromiálgia: síntoma contemporáneo transclínico

Edén Correia

El presente trabajo, presentado en las VII Jornadas Anuales del Grupo Lacaniano Montevideo, es una invitación a aproximarnos al tema, desde el psicoanálisis.

La fibromialgia es un síntoma que se manifiesta con un dolor generalizado en el cuerpo, acompañado de otros trastornos corporales, a los cuales la medicina no puede dar cuenta de sus orígenes, ni proporcionar medicamentos que los erradique en forma definitiva.

Se manifiesta generalmente en las mujeres contemporáneas, como síntoma o como lazo, según la estructura, que se constituye, en su carácter de tal, cuando se le da un titulo, un nombre: fibromialgia.

¿A qué responde la fibromialgia en la actualidad?

¿Como se piensa desde la clínica del psicoanálisis lacaniano?

La cultura contemporanea se caracteriza por el debilitamiento del nombre del padre, en su lugar se pluraliza, así como la caida de los ideales. Esto da como resultado un modo de gozar y un modo de vivir la pulsion, aveces devastadores, que hacen a la aparición de nuevos sintomas.

El auge de la comunicación es una de las carateristicas de nuestra sociedad, a traves de internet, redes y medios masivos, lo que produce cambios en la modalidad de relación, donde lo nuevo tambien se manifiesta en la conformación de comunidades de goce, muchas de ellas virtuales. Los ideales son sustituidos por comunidades de goce, en un intento de construir un lazo social a partir del agupamiento bajo la forma de goces similares.

La cultura habilita a gozar, no hay prohibición del goce, es la epoca del Otro que no existe, generando un sentimiento de libertad a partir de los cambios de valores e ideales.

No obstante se producen nuevos sintomas, como la fibromialgia, los ataques de panico, las adicciones, las depresiones.

En la sociedad de consumo, lo que la ciencia ofrece no puede sostenerlo, se impone un real inabordable, “lo que no anda”, generando, a traves de su mismo discurso, un mundo de semblantes, produciéndose un malestar en la cultura contemporánea. El imperativo del superyo de la sociedad es: goza! El goce está permitido. Para colmar ese sentimiento de insatisfacción continuo se ofrecen diversos objetos “a”. Lo que se ofrece al goce, como objeto “a”, al adquirirlos viene incluído el sello de obsoleto.

Son las modalidades de goce del sujeto las que habilitan a la ciencia a ofrecer semblantes que hacen al consumo.

J.A.Miller, tomando una frase de Lacan escribe: “que el modo de gozar actual, contemporáneo, depende esencialmente del plus de gozar”

Siguiendo a Lacan tenemos que: “el plus de gozar es función de la renuncia al goce por el efecto del discurso”

Marcelo Gonzalez, en los Seminarios de Formacion, tomando a Lacan, expresó que el ser humano como organismo, al entrar al lenguaje, renuncia a una parte del goce. Esa perdida de goce, por efecto de lo simbólico, es la que intenta recuperar en los diferentes objetos “a” que el mercado le ofrece.

En la fibromialgia el dolor es en el cuerpo, y el cuerpo es el resultado del encuentro del organismo con el lenguaje.

J.A.Miller habla del cuerpo en los tres registros lacanianos, el imaginario, la imagen de cuerpo; el simbólico, el cadáver, el cuerpo simbolizado; y el real, la sustancia gozante que no necesariamente está dotado de forma. Los fenómenos del cuerpo se presentan de diferente manera de acuerdo al registro que afecten.

En el año 1999, Miller, introduce el concepto de cuerpo viviente, que tiene vida, y es la condición para que haya cuerpo afectado por el goce.

La fibromialgia es dolor, es un síntoma, una metáfora de un sin sentido, un intento de nombrar algo con el lenguaje del cuerpo, un saber del inconsciente. Lacan nos enseñó que: “Eso goza allí donde eso no habla ... donde no produce sentido”

El síntoma es producto de una experiencia de la vida del sujeto, con carácter traumático, cuyo dolor no pudo tramitarse a nivel simbólico, y que actúa en el cuerpo por cortocircuito.

Para que el síntoma tenga el estatuto de sintoma psicoanalitico debe articularse con el lenguaje; tiene que devenir en pregunta y el analista creer que es un fenómeno con causalidad y sentido sin perder de vista que se inscribe en el contexto actual, que lo determina en su forma. El psicoanalisis ofrece encontrar una salida singular para cada sujeto que se adecúe a esa forma de goce que lo hace ser un sujeto no universalizable. Santiago Castellanos manifiesta que en algunos casos, en el dolor de la fibromialgia, no solo hay un goce articulado con el deseo, sino que también surge como elemento importante la relación con la madre.

Considera la fibromialgia como un fenómeno contemporaneo, porque comienza a manifestrse en forma masiva en la actualidad; y transclinico, en la medida que puede presentarse en las neurosis y en las psicosis.

Fenómeno de una complejidad extrema, donde el dolor del cuerpo está “embrollado”, es decir en relación con lo real, con el fenómeno psicosomático, en el límite de la estructura del lenguaje o con fenómenos del cuerpo propios de las psicosis.

Miller plantea que los sujetos están “embrollados” por el cuerpo y que cuando están excesivamente “embrollados” se cuestiona si es posible analizarlos. Esto presenta dificultad al metodo psicoanalitico en la actualidad. Lo que no implica que el psicoanalisis retroceda, abandone el abordaje, pues su intervención es, justamente, allí donde las neurociencias producen una falla epistemosomatica en la estructura: demanda - deseo, sintoma - cuerpo. Si el psicoanalisis retrocede, las neurociencias intentarán ocupar ese lugar mediante la implantación forzada de protesis, atendiendo exclusivamente la demanda y el sintoma.

Otra característica de este síntoma es la radical separación entre la subjetividad y el dolor.

La complejidad es motivo suficiente para que se privilegie, en las entrevistas preliminares, un diagnóstico diferencial de la estructura para establecer la dirección de la cura, ya que difiere si se trata de una neurosis o una psicosis.

En el caso de una psicosis el síntoma actúa permitiendole hacerse un cuerpo, anudarlo y sostenerlo, por lo que no se debería intervenir sobre él. Si no es en la dirección de producir un sustituto que cumpla esa función.

El psicoanalisis va a lo más singular del sujeto, ese solo hecho, de por sí, da cuenta de su vigencia irrefutable.

En la direccion de la cura de casos de neurosis, se orientaría al logro de la subjetivación del dolor, por medio de la palabra, para que, posteriormente, se pueda alcanzar una modificación, una localización y regulación del goce.

Santiago castellanos afirma que hay una clínica de orientación lacaniana para la fibromialgia que remite a la clínica clásica de la histeria, además de que se pueden presentar casos en las psicosis y en estructuras neuróticas complejas. En ésta última la dificultad para intervenir desde el análisis es debido a que el sujeto del inconsciente no se manifiesta.

BIBLIOGRAFIA