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Revista Repique

Repique #3

Mordida por el Psicoanálisis

Victoria Arias

Difícil trabajo para nosotros, estudiantes de la facultad de Psicología que fuimos mordidos por el psicoanálisis convivir con las diferencias entre el mismo y la Psicología. Se piensan muchas veces como iguales cuando en realidad no lo son, ni mejores ni peores, diferentes.

En el psicoanálisis se enseña un saber que intenta no ser enciclopédico, uno que está atravesado por la falta. Esto posibilitará que se interrogue lo transmitido de otra manera. Y la interrogación comienza en el propio acto analítico al empujar al paciente a que corte con el sentido. Esto es una de las cosas que rompe el psicoanálisis con otros campos de conocimiento, responsabilizando al sujeto de lo que le pasa. La psicología, o algunas corrientes dentro de la misma lo piensan diferente, donde el ideal representado en la figura del terapeuta, comanda las acciones.

Empecemos por el principio entonces, el que va a ver a un analista, no es un sujeto -el del inconsciente- y el analista no trabaja con un par y si con el inconsciente. Es por ello, que hablamos de entrevistas preliminares.

Desde el grafo del deseo, podemos pensar a partir del trabajo inédito de Chamorro (entrevistas preliminares), que en el circuito intencional se encuentra lo que la persona intenta formular cómo motivo de consulta, el discurso.

Contrario al circuito intencional, se encuentra la cadena significante que es donde el analista se debe posicionar. Es por ello que éste habilita el espacio a que se despliegue el discurso. Incluso para también ver si se trata de un caso de inhibición o una Psicosis.

El blablá es necesario para que el paciente pueda construir y moverse de los lugares que están sus significantes porque el sujeto no deja de ser un significante, s1 que está atrapado en los significantes que el otro le da.

Desde Miller podemos plantear desde “introducción al método psicoanalítico” que el acto analítico ya está presente en la demanda de avalar, el acto de autorizar la autoevaluación de alguien que quiere ser su paciente.

Depositado el saber en el analista, debemos pensar en la importancia del analista en analizar los dichos, la enunciación, es decir, la posición que aquel que enuncia toma en relación al enunciado.

Desde ahí, alguna significación puede emerger, y es ahí que el analista va a intervenir y habilitar a rectificar al sujeto, ya que éste no se reconoce desde ese lugar. Recortar ese significante implica localizar subjetivamente al sujeto.

Lo que Lacan llama rectificación subjetiva es pasar del hecho de quejarse de los otros para pensarse de otra forma, implicando un pasaje de “el otro me hace” a “yo dejo que el Otro me haga”.

El acto analítico consiste en implicar al sujeto en aquello que se queja, poner a trabajar al otro según su demanda, da cuenta de la estructura neurótica.

En el terreno de la histeria, la persona toma distancia de todo lo dicho, no se compromete. Lo que hace la histeria es poner en cuestión al significante, al amo, pelea a quien ella misma le pone en lugar de amo, primero lo busca para mostrarle que a partir de su propia posición de falta en ser es más potente que él.

La histeria lleva alguien al lugar de amo para desbarrancar. Al mismo tiempo que no se coloca en lugar de falta, espera algo del otro, algo que no tiene pero que tal vez él tenga. Por otro lado, el obsesivo se confunde con el significante amo y llega al análisis cuando tiene cierta discrepancia con el Significante.

A propósito de la lógica de la cura, podemos afirmar que los inicios de análisis son distintos, pero la estructura del mismo es igual, el momento que aflora el sujeto supuesto saber a través de la transferencia de saber, nos disponemos a asegurarnos de su peso antes de interpretar.

Como estudiante de psicología mordida por el psicoanálisis comprendí que el mismo es un viaje singular que cada paciente debe autorizarse a hacer sin restricciones, donde el sentido no va de la mano con el deseo y donde el ideal no completa lo real.

BIBLIOGRAFÍA

  • Chamorro, J. Las entrevistas Preliminares. Edición inédita.
  • Lacan. J. Seminario 5 “Formaciones del Inconsciente” Buenos Aires, Argentina: Paidós. Miller, J. (1997) Introducción al método psicoanalítico. Buenos Aires, Argentina: Paidós.