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Revista Repique

Repique #2

Editorial

Ernesto Anzalone

Hablar del método psicoanalítico, es inevitablemente hablar de su vigencia. Pensar cual es el lugar del analista en nuestros días, a más de un siglo de la invención freudiana.

¿Cómo se sostiene el psicoanálisis, en esta época de tantos detractores? ¿Qué hace que los pacientes continúen buscándonos, en estos tiempos en que el discurso capitalista, en su versión hipermoderna, nos propone un goce a medida, inmediato y en cada esquina?

Por más que “paciente” sea un término que nos es heredado de la nomenclatura psiquiátrica, es quizás la palabra más adecuada en estos tiempos de fast therapy. Pues lo que vamos a proponerle, es una espera, una pausa en la rapidez de la época. Un tiempo diferente, necesario, para escuchar lo que nos trae, y eventualmente él mismo escucharse.

Es lo que nos pone a trabajo, escuchar lo que ese “alguien” nos propone, para aceptar o no ese posible paciente, para introducirlo en el discurso analítico. Pues, como nos dice Miller, él que viene a vernos es “alguien al que le gustaría ser un paciente”, lo que como él agrega es una “cosa muy extraña”1.

No sabemos de antemano, lo que ese paciente viene a decirnos, pero “suponemos que quiere decir otra cosa”2. Es esa suposición que sostiene nuestro trabajo, suponer que hay un algo más en lo que este alguien dice, que él mismo no sabe, y que habla de su insatisfacción.

La paradoja con la que lidiamos, como nos dice Lacan, aparece en el hecho de que “es evidente que la gente con que tratamos, los pacientes, no están satisfechos, como se dice, con lo que son. Y no obstante, sabemos que todo lo que ellos son, lo que viven, aun sus síntomas, tiene que ver con la satisfacción.”3. La experiencia analítica se trata pues, de proponerle al paciente una satisfacción diferente, que le permita soportar la insatisfacción, dándole un lugar.

En este segundo número de la revista Repique, diversos autores intentan mostrarnos de que forma singular, la experiencia analítica sostiene su vigencia, como una alternativa al discurso del amo contemporáneo.

Dos números ya son el comienzo de una secuencia, de un camino de producción y de pensamiento, que nos pone a trabajar, desde ese lugar, ese lugar imposible, como propone Freud, del analista y su método. ¡Buena lectura!

NOTAS

  1. Miller, J.-A. (1998) Introducción al método psicoanalítico. Bs: Paidós. Pág.16
  2. Miller, J.-A. (1998) Introducción al método psicoanalítico. Bs: Paidós. pág.33
  3. Lacan, J., Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Seminario 11, Paidós, Bs. As., 1995. Pág.173