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Revista Repique

Repique 5

La histeria en transferencia

Liliana Alonso, Yannine Benitez Villar, Alejandra Casavieja, Rita Gruosso, Tatiana Muniz, Mónica Pérez

“El neurótico debe inventar una causa para él mismo, una buena causa que defender, una causa que pueda obturar el vacío en el que él mismo consiste” Jacques Alain Miller, en Introducción al método psicoanalítico.

La orientación lacaniana es una clínica que se orienta por la singularidad del sujeto, y un modo de goce particular, el analista trabaja sobre dos operaciones lógicas que son alienaciónseparación (…) “constituye lo que Lacan llama la dialéctica del sujeto en entrada en análisis”, según Leonardo Gorostiza (Sinatra, 2004, p.207/208). Esta operación permitirá al clínico operar entransferencia “(…) como el sujeto – en la dialéctica con el Otro – se constituye, se produce, se causa en tanto sujeto”.

Cuando llega un caso de histeria al análisis lo primero que hace es quejarse del Otro. En este caso es importante alojar esa queja, ya que alojar es lo primero que debe de hacer el analista. Este deberá interrogarse acerca de cómo llega el paciente, realizarse preguntas claves que deben ser formuladas: ¿Qué es lo que le pasa a este sujeto? ¿Por qué consulta ahora? ¿Cómo cuenta su sufrimiento? Lo que dice sobre eso es fundamental.

Lacan en su texto “Intervención sobre la transferencia” expresa que “hay un desorden en el mundo y solo el alma del sujeto histérico no participa de ese desorden, no lo ha causado y, sin embargo, tiene que sufrirlo. Esta es la típica denuncia histérica”. (Lacan, 1951)

En la clínica cuando un sujeto histérico llega a un análisis tenemos que tener en cuenta que hay algo que quiere denunciar, hay algo que ha producido una desorganización en su mundo y del cual se siente víctima.

La manifestación general del goce, se hace visible, el sujeto queda atrapado en una inercia y no puede parar de sufrir los efectos.

Mónica Torres dirá: “La primera enseñanza de Lacan sitúa a la neurosis como la clínica de las preguntas” (2005, p.30) El sujeto histérico resulta ser un analizante de la pregunta pero también, del cuestionamiento y de la crítica, utilizada generalmente para dividir al Otro.

El sujeto de la histeria ignora lo que desea, siempre es otra cosa. El analista actúa, presta su persona al juego del plegamiento a esa transferencia del analizante.

“Para poder entrar en la transferencia, debe tomarla, jugarla, el juicio interno de este queda por fuera (…)” saber despojarse de su juicio íntimo. “Presta su persona (…) para que lo tomen por lo que quiera”. Como lo establece Graciela Brodsky en su texto La táctica de la interpretación, “es el juego que juego plegándome a la estrategia transferencial del analizante”. (2015, p.5)

Mónica Torres plantea acerca de la estructura del deseo histérico que la histérica trata de inventarse siempre un deseo insatisfecho que la deje a reparo de ser capturada por el deseo del Otro. Trata de construir un Otro que no responda totalmente a la satisfacción de la demanda, porque sabe del deseo y no quiere que su deseo permanezca sometido en el Otro. “Lo que pide es (...) nada” si hablamos de necesidad. (...) porque la necesidad está perdida para el hablante”. (Torres 2005, p.50)

El analista sostiene la operación analítica desplegando todos los significantes. El sujeto es el que tiene el verdadero saber inconsciente. En ambos su verdadera relación se establece con lo más pulsional de la transferencia, y con el objeto a., Gorostiza le llama “el embrage de lo libidinal del goce en la transferencia”. "El goce, la pulsión, sin confundirse con el significante, se inserta en el sistema, significante". (Sinatra, 2004, p.209)

Su relación se ubica entre las dos vertientes de la transferencia, el SSS, articulación significante que el analista promueve invitando al Otro a hablar y la puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente, que es el componente pulsional con lo que trabaja. En la circulación pulsional los fines se diferencian para ambos términos de la relación, uno gozará del objeto a y el otro lo utiliza con fines operativos articulando la operación significante: alienación – separación.

El analista vía la transferencia tratará de captar ese real del síntoma que el sujeto trae sin saberlo y sin saber qué hacer con su angustia y con el malestar que le produce.

¿De qué se trata entonces la dirección de la cura en la histeria?

Se trata de, que sin dejar de desear, el sujeto acote su goce, que el mismo sea menos mortífero, renuncie en parte a su espera por el Otro y a su propia insatisfacción. Un análisis conduce a un sujeto a un saber hacer con lo que tiene, a no desear lo imposible sino a desear lo que le es singular.

Ello es posible a través de la vía de la transferencia. Como señala Lacan el “fenómeno de la transferencia está situado en posición de sostén de la acción de la palabra”. “La transferencia, por interpretada que sea, conserva en ella una especie de límite irreductible”. (Lacan, 2003, pág. 201/202).

Para finalizar citamos a Miquel Bassols: “La transferencia es el pasajero desconocido del psicoanálisis mismo, y el destino del psicoanálisis es el destino de este pasajero desconocido en cada tratamiento psicoanalítico que conducimos”. (Basols, 2014).

Integrantes y autoras:

  • Liliana Alonso
  • Yannine Benitez Villar
  • Alejandra Casavieja
  • Rita Gruosso
  • Tatiana Muniz
  • Mónica Pérez

BIBLIOG

  • Basols, M. Revista Virtualia. Nr. 29. Buenos Aires, 2014.
  • Brodsky, G. La táctica de la interpretación. Coloquio Encuentro del Campo Freudiano, GLM, Montevideo. Uruguay. 2015
  • Lacan, J. Intervención sobre la transferencia. Escritos I, Siglo XXI. México. 1997
  • Lacan, J. El Seminario. Libro 8, La transferencia (1960-61), Paidós, Buenos Aires, 2003.
  • Sinatra, S, E. Las entrevistas preliminares y la entrada en análisis. Cuadernos del Instituto Clínico de Buenos Aires (ICBA). N° 9. 1° ed. Buenos Aires. 2004
  • Torres, M. Clínica de la Neurosis. Cuadernos del Instituto Clínico de Buenos Aires (ICBA). N° 10. 1° ed. Buenos Aires. 2005