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Revista Repique

Repique #3

De las totalizaciones a la multiplicidad: lo imposible

Alexis Mendez

Que todo lo que se arguya en su desfavor constituya su atractivo y su potencia
Judith Miller

El siglo xx, ha sido un siglo de transformaciones, el discurso de la ciencia ha mostrado su peor contracara. Aquel ideal de evolución de la condición humana bajo la posibilidad de una ciencia al servicio de la emancipación, quedó en desuso al haber puesto el avance científico al servicio de atrocidades con respecto de los habitantes de este mundo, sobre todo en nuestra cultura occidental.

Jean-François Lyotard es reconocido como uno de los filósofos más influyentes del posmodernismo. Lyotard en su libro La posmodernidad explicada a los niños (1987) anuncia la caída de cuatro grandes relatos,- más precisamente lo que él denomina meta narrativas- que han dominado la modernidad. El cristianismo, la razón, el marxismo y el capitalismo. En su lugar opone la emergencia de los pequeños relatos. La irracionalidad Kantiana de Lyotard parece tentadora, sin metarrelatos, los pequeños grupos aspiran a alcanzar el lugar de privilegio que la época de la razón no les había consagrado.

El problema sucede cuando lo Uno emerge y se impone frente a estos micro relatos. Antes de pasar a este concepto de lo Uno tomado por Lacan en el seminario 19, …o peor quisiera situar algunas cosas.

Lacan, en su texto Posición del Inconsciente. Comienza definiendo que es el inconsciente, o mejor dicho que no es. Queda desalojada la idea del inconsciente como aquello que se opone a la conciencia, que se encuentra fuera de ella.

Entonces, para Lacan el inconsciente es lo que decimos, el inconsciente adviene con Freud, no tiene el mas mínimo sentido pensarlo anterior a Freud.

La psicología, dice Lacan, “es vehículo de ideales: la psique no representa en ella más que el padrinazgo que hace que se la califique de académica. El ideal es siervo de la sociedad”

Por esta misma época en el Seminario 11. Son presentados los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Inconsciente, repetición, transferencia y pulsión. Jacques-Alain Miller en El ultimísimo Lacan une estos conceptos de a dos, al inconsciente lo junta con la transferencia. Y la repetición con la pulsión. El inconsciente y la transferencia podríamos decir, siguiendo a Miller queda bajo la égida del Otro. En cambio la repetición y la pulsión se perfilan a una clínica orientada por lo real. Lo real del goce.

En una época de construcción de micro relatos, vemos como en el terreno de lo científico emergen para cada grupo su especialista. Vemos entonces especialistas del género, especialistas en adicciones, especialistas en trastornos de personalidad etc. ¿que se impone frente a los relatos de lo múltiple?

Lacan en el seminario 19 o peor dice haiuno. El Otro que aún permanece en el Seminario 11, es reemplazado por lo Uno. Nuestro método pasa a orientarse por la presencia de este haiuno.

Si en el siglo XXI asistimos al avance de los fundamentalismos, podemos apreciar como este choque de civilizaciones hace que lo Uno de cada totalización se imponga frente a la multiplicidad.

Lacan al hablar de lo Uno admite el pasaje de la cadena significante a lo que en el seminario 20, retomará como el enjambre de los significantes, lo entiendo aquí como un pasaje del gran Otro al traumatismo de lalengua. Lalengua entendida aquí, como el impacto que se tiene sobre el cuerpo. Cuyo resultado es lisa y llanamente un agujero, imposible de enunciar.

Anteriormente Lacan en el seminario 19, siguiendo a Aristóteles, se pregunta entonces de donde parte Aristóteles, desde que lugar, la respuesta de Lacan es que debemos partir de la no existencia de la relación sexual.

¿De qué se trata este haiuno que Lacan nos propone en el seminario …o peor? Aquí una posible respuesta, cito a Lacan: “Yo la llamo esencia, llámenla como quieran, me gusta mucho mas escribirla S1, el significante amo” (p. 130)

A partir de aquí la cuestión girara entorno al Uno, Lacan toma este Uno del Parménides de Platón. Podemos decir entonces que en al inicio hay el Uno. A esta altura se hace patente que lo que no hay, es la relación sexual. Desde aquí, si hay el Uno y no hay relación sexual, ¿me pregunto por qué estatuto tiene aquí nuestro método psicoanalítico?

Como señala Miller, en nuestra diversidad orientada, nos dirigimos a poder tocar algo de ese Real, que insiste permanentemente, ese algo que se escapa. En tiempo de especialistas, algo es dejado por fuera, y eso insiste.

En tiempo de nuevas totalizaciones, que conviven con pequeños relatos, con pequeños grupos de goce al decir de Ernesto Sinatra, la propuesta del psicoanálisis es lograr un saber hacer con lo real del goce, orientados por el Uno y por el axioma no hay relación sexual. El pasaje del Otro del seminario 11 a esta última enseñanza, nos adentra en una clínica del Uno por Uno. Una clínica orientada por la singularidad de cada sujeto.

Entiendo aquí que a partir de este momento de la enseñanza de Lacan, más que nunca se hace presente la idea de que no hay en el ser, la posibilidad de una evolución. Debo decir también que las enseñanzas de lacan no son refutables la una para con la otra, sino más bien, entendidas como inseparables. Y que lo que se puede aspirar es a lograr pequeños arreglos, ya sea a nivel de un individuo o de un colectivo social.

En conclusión, entiendo al método psicoanalítico como la posibilidad de tratar ese tropiezo, un imposible, que no cesa de insistir.

BIBLIOGRAFÍA

  • Lacan, J. (2018). Posición del inconsciente, en Escritos 2. Siglo XXI editores: Buenos Aires
  • Lacan, J. (2016). Libro 19 … o peor. Paidós: Buenos Aires Lacan, J. (2016). Libro 20. Aun. Paidós; Buenos Aires
  • Lyotard J-F. (1987) La posmodernidad explicada a los niños. Gedisa: Barcelona.
  • Miller. J-A, (2014). El ultimísimo Lacan. Paidós: Buenos Aires